La ultima hora
trayendo rocio en su pelo.
La brisa le conversa al oido sobre lo
que pudo haber sido.
La lluvia llora sobre su hombro
por aquel sol que ya no existe y no vera jamas.
Las nubes como fantasmas
sobre el paño gris del cielo
dibujando siluetas que jamas desifraremos.
Es la ultima hora la que no sera ayer.
La luz busca refugio en ella,la viste de negro,
la luz ya no es luz.
Es la ultima hora,que nadie nombrara,
de la que nadie fue testigo.
Se desvanece en agonia de OLVIDO,
se deshace en particulas de ignorancia.
La ultima hora cae de rodillas y
siente el frio acalambrando su espalda,
solo FUE una mas,
una mas asesinada por la tentacion de ser eterna.
fede*
trayendo rocio en su pelo.
La brisa le conversa al oido sobre lo
que pudo haber sido.
La lluvia llora sobre su hombro
por aquel sol que ya no existe y no vera jamas.
Las nubes como fantasmas
sobre el paño gris del cielo
dibujando siluetas que jamas desifraremos.
Es la ultima hora la que no sera ayer.
La luz busca refugio en ella,la viste de negro,
la luz ya no es luz.
Es la ultima hora,que nadie nombrara,
de la que nadie fue testigo.
Se desvanece en agonia de OLVIDO,
se deshace en particulas de ignorancia.
La ultima hora cae de rodillas y
siente el frio acalambrando su espalda,
solo FUE una mas,
una mas asesinada por la tentacion de ser eterna.
fede*
No nombrar las cosas por sus nombres. Las cosas tienen bordes dentados, vegetación lujuriosa. Pero quién habla en la habitación llena de ojos. Quién dentellea con una boca de papel. Nombres que vienen, sombras con máscaras. Cúrame del vacío --dije. (La luz se amaba en mi oscuridad. Supe que ya no había cuando me encontré diciendo: soy yo.) Cúrame --dije.
ResponderEliminarlee a alejandra pizarnik la vas a amar