Las costillas sin piedad
descansan de tu vibracion sin pena,
rasguño cada centimetro de mis paredes
como tratando de ser infeliz,
pero sin nosotros todo es rigido de alegria...
Las costumbres vagas de cambiar el mundo
nos volvian locos...
Lo complicado siempre fue asi,
todo por su simplicidad madura que nos volvia ciegos...
Ahora somos esclavos del sentido comun.
descansan de tu vibracion sin pena,
rasguño cada centimetro de mis paredes
como tratando de ser infeliz,
pero sin nosotros todo es rigido de alegria...
Las costumbres vagas de cambiar el mundo
nos volvian locos...
Lo complicado siempre fue asi,
todo por su simplicidad madura que nos volvia ciegos...
Ahora somos esclavos del sentido comun.
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